sábado, 24 de marzo de 2007

A 31 años (II)


Se cumplen hoy 31 años del último golpe de estado en Argentina. La Comisión de Homenaje Permanente a los Muertos por la Subversión, que preside Ana Lucioni, envió ayer a la redacción de varios medios un comunicado que se titula "24 de marzo de 2007: en pos de una reconciliación de los argentinos".

Allí sostienen los mismos conceptos que se vienen escuchando desde hace años. Cosas del tipo "la memoria completa", el "combate al terrorismo" o "la verdad total" de la historia. Pero hay un párrafo de la carta que llama la atención. Es el siguiente (la negrita y la bastardilla corresponden al original):

Justicia Plena, que significa llevar ante los estrados judiciales no solo a los militares y policías que pudieran haber cometido excesos en el combate contra el terrorismo, sino también a los propios terroristas --muchos de los cuales hoy se pavonean en puestos oficiales-- que secuestraron y asesinaron a centenares de nuestros conciudadanos (...).

¿Dónde estuvo Ana Lucioni durante los últimos 31 años? ¿Qué hizo la Comisión de Homenaje Permanente a los Muertos por la Subversión en búsqueda de lo que ellos llaman justicia?

Desde aquel primer jueves, 30 de abril de 1977, las Madres de Plaza de Mayo vienen reclamando justicia y verdad. Durante casi treinta años, en medio de notables avances y desoladores retrocesos, salieron a la calle. Tanta lucha comenzó a dar sus frutos: este Gobierno mostró voluntad política para juzgar a los responsables de los 30 mil desaparecidos, del robo de cientos de bebés y de un modelo económico perverso que comenzó con el golpe de 1976 y explotó en 2001, entre otras aberraciones. En eso --otras vez con notables avances y desoladores retrocesos-- se está.

¿Dónde estuvo Ana Lucioni durante todos estos años? ¿Qué hizo la Comisión de Homenaje Permanente a los Muertos por la Subversión en la búsqueda de lo que ellos llaman justicia? ¿Es casualidad que el comienzo de los juicios contra los represores de la dictadura coincida con la realización de los "homenajes" --como aquel de Plaza San Martín-- a las "víctimas" de la subversión? Esto recuerda a FAMUS (Familiares y Amigos de Muertos por la Subversión), organización que tuvo su cuarto de hora en los ochenta, sobre todo durante el Juicio a las Juntas Militares, y que luego, con la llegada del Punto Final y la Obediencia Debida, se olvidó de reclamar justicia.

viernes, 23 de marzo de 2007

A 31 años (I)



Canción de Alicia en el país, del disco Bicicleta (1980) de Serú Girán.

Quién sabe Alicia éste país
no estuvo hecho porque sí.
Te vas a ir, vas a salir
pero te quedas,
¿dónde más vas a ir?

Y es que aquí, sabes
el trabalenguas trabalenguas
el asesino te asesina
y es mucho para ti.
Se acabó ese juego que te hacía feliz.

No cuentes lo que viste en los jardines, el sueño acabó.
Ya no hay morsas ni tortugas
Un río de cabezas aplastadas por el mismo pie
juegan cricket bajo la luna
Estamos en la tierra de nadie, pero es mía
Los inocentes son los culpables, dice su señoría,
el Rey de espadas.

No cuentes lo que hay detrás de aquel espejo,
no tendrás poder
ni abogados, ni testigos.
Enciende los candiles que los brujos
piensan en volver
a nublarnos el camino.
Estamos en la tierra de todos, en la vida.
Sobre el pasado y sobre el futuro,
ruinas sobre ruinas,
querida Alicia.

Se acabó ese juego que te hacía feliz.

sábado, 17 de marzo de 2007

Does Humor Belong in Cinema?


Ayer se presentó el Buenos Aires 9º Festival Internacional de Cine Independiente (Bafici). Como de costumbre, trae unas cuantas cosas piolas. Pero una especialmente interesante: un ciclo dedicado a las películas del gran Frank Zappa. Aunque hasta este momento (sábado a la tarde) aún no está disponible la programación en la página oficial del festival, esta será sin dudas una buena posibilidad de disfrutar de films muy poco vistos y a los que de otra manera resulta difícil acceder.

¿Por qué...

...el diario Clarín en la tapa de su edición de hoy afirma que "La ola de robos en countries no para"? ¿Por qué insiste, si sabemos que la realidad es más compleja y no se mueve de manera tan oscilante? La Nación le da un tratamiento similar al caso, aunque sin apelar a la remanida figura de la ola. En un recuadro que acompaña la apertura de la sección Policía del gran diario argentino, el ministro de Seguridad bonaerense, León Arslanian, hace una reflexión inteligente sobre esta supuesta ola. Reitera un concepto que ya había planteado en una entrevista con Página/12 publicada el domingo 4 de marzo.

Había dicho aquella vez: "No sé por qué motivo creen que los countries no pueden ser víctimas de delitos contra la propiedad. Mencionan 15 hechos (N. de R.: hoy suman 18) como denotativos de un estado de cosas terrible. Es muy poco serio. En la provincia de Buenos Aires hay, aproximadamente, 100 mil casas en barrios cerrados. No creo que el robo en 15 de ellas merezca el espacio desmedido que le otorgaron los medios. Esta actitud de los comunicadores contribuye notablemente a la alarma social. Y es muy difícil de contener o contentar con medidas gubernamentales, porque la realidad es que nosotros no vamos a llegar a tener una sociedad sin delitos. Si los medios no entienden que generando alarma no van a producir resultados, perdemos el tiempo todos. Muchos exigen la seguridad de Suiza sin advertir que viven en América latina. Se construyen sus fortalezas, se encierran en sus countries. Y creen que eso es una patente de inmunidad absoluta. Nada les debe pasar porque son ciudadanos que tomaron todos los recaudos".

¿No será la realidad demasiado importante como para dejarla --dejárnosla-- en manos de los periodistas?

lunes, 12 de marzo de 2007

Adherimos: "Joe" preso ya

Un grupo de blogs afines comenzaron una campaña (fogoneada por el amigo Escriba, de Mide/No Mide) para que José Alfredo Martínez de Hoz, principal responsable de la política económica durante la última dictadura militar, sea detenido, juzgado y condenado. Pueden encontrar el link a varios de esos blogs en el menú de la derecha.

Tarde pero seguro, El Impreciso se suma a la campaña. Es decir: estamos convencidos de que "Joe" Martínez de Hoz, que anda suelto y vive sin complicaciones en el lujoso Kavanagh, debería estar preso. Pero, sinceramente, no tenemos nada nuevo que aportar a todo lo que ya se ha dicho en los demás blogs. Recomendamos entonces dos post. Uno de La Barbarie donde se da una interesante discusión entre lo jurídico y lo político (¿está bien condenar judicialmente a un tipo que sin dudas tuvo una actitud criminal aunque no haya un delito concreto para imputarle?). El otro es de Deshonestidad Intelectual: describe cómo "Joe" no sólo acompañó, sino que además defendió la política represiva de aquellos años.

De todas maneras, y más allá de lo loable de la campaña, creemos que puede ser más efectiva una protesta tipo Quebracho: juntar cincuenta tipos y cagar a huevazos el frente del Kavanagh. Si la Justicia no puede --o no quiere-- dar respuestas, que el país sea su cárcel.

sábado, 10 de marzo de 2007

Redistribución

A través de Mide/No mide llegamos a dos post que cuestionan la suba del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias que anunció el Gobierno esta semana. Uno en Economista Serial Cronico y el otro en Homoeconomicus. Les recomiendo que los lean, pero básicamente plantean que la medida sólo beneficia a quienes más tienen (trabajadores que ganan más de 3 mil pesos) y le quita al Estado unos 1.500 millones de pesos anuales que podrían utilizarse para otra cosa (subsidios para desocupados, propone Tavos).

La medida por sí sola no me parece desacertada. Si la clase media paga menos impuestos aumenta su salario de bolsillo, lo que se vuelca al consumo y produce aquel círculo virtuoso del que tanto se habla: más consumo, más producción, más empleo.

En esta Argentina post 2001 se produce un fenómeno que tal vez no tenga antecedentes en la historia del país: el de los trabajadores pobres. Gente que tiene empleo pero que, sin embargo, no gana lo suficiente como para salir de la pobreza. Por eso la cuestión central es la redistribución de la riqueza. Esto, para ponerlo en términos sencillos, significa sacarle a los que más tienen para darle a los que menos tienen.

En este sentido sí faltan muchas cosas. Una de ellas es la reforma de un sistema tributario regresivo. Por ejemplo, modificando el IVA, impuesto que grava el consumo y que, por lo tanto, golpea directamente sobre quienes menos tienen. Otra, como explicó Maximiliano Montenegro en Página/12 de ayer, es la renta financiera. "Aun con las nuevas deducciones, un asalariado con un sueldo de 10 mil pesos mensuales pagará 1.755 pesos mensuales de Ganancias. En cambio, un rentista que cobra esos 10 mil pesos mensuales en intereses de un plazo fijo no tributa ni un centavo de Ganancias", escribió. Por ahí pasa la cuestión.

jueves, 8 de marzo de 2007

Parecidos pero diferentes*





La primera foto es de Henri Cartier-Bresson (Behind the Gare Saint-Lazare, 1932). La segunda, de la gente de prensa de Pro (Salto al bache en La Boca, 2007).

La primera foto emociona. La segunda asusta.

*Otro aporte de Cecilia Profético.

lunes, 5 de marzo de 2007

Subestimar a un artista


José Pablo Feinmann cayó en un error muy común de los últimos años: creer que Martin Scorsese dirigía sus últimas películas con el único objetivo de ganar un Oscar, ese reconocimiento que le fue esquivo durante tantos años y que finalmente consiguió la semana pasada. "Ultimamente daba pena. Filmaba para ganar el Oscar" [1], escribió, en la contratapa de ayer de Página/12.

Esa afirmación subestima el trabajo de uno de los más grandes realizadores de los últimos 40 años. No olvidemos, por ejemplo, que en 2005, después de ser nominado y no ganar con Pandillas de Nueva York (2002) y El aviador (2004), Scorsese estrenó No Direction Home: Bob Dylan (2005), excelente documental para televisión sobre la etapa temprana de la carrera de Dylan por el que, obviamente, no podía aspirar a un premio de la Academia.

La afirmación, además, desprestigia la carrera de uno de los integrantes más notables de aquella brillante camada de cineastas, popularmente conocidos como movie brats (cachorros de cine), conformada por figuras como Francis Ford Coppola, Brian De Palma, George Lucas, Steven Spielberg y otros, menos conocidos para el gran público, como Joe Dante, Peter Bogdanovich o John Sayles. Aquel grupo que en los primeros setenta, cuando Hollywood aún no se recuperaba del derrumbe del studio system, le cambio la cara al cine estadounidense.

En la misma nota, unas líneas más abajo, Feinmann escribió: "Pero hay algo incómodo en esta historia. ¿Se cierran los olvidos (y los dolores que en un artista producen los olvidos, la falta de reconocimiento) con una estatuilla tardía a propósito de un film que será bueno pero no es una gran obra sino una gran excusa? Imaginemos lo imposible (para eso está la imaginación): Scorsese sube, recibe la estatuilla y dice: 'Señores, les dejo aquí, sobre esta tarima, este Oscar que sirve para serenar a ustedes pero no para alegrarme a mí. Lo hubiera necesitado hace veinte años, cuando tenía dudas sobre mi talento. Ahí es cuando un premio ayuda a un creador. Ahora sé lo que valgo y, contrariamente a Blanche Du Bois [2], no necesito vivir de la bondad de los extraños'. Sus tres amigos lo aplauden a rabiar. Contagiado, el auditorio se pone de pie. Al día siguiente, en las primeras planas de los diarios se lee: 'Scorsese, de espaldas al Oscar pero de frente a sí mismo'. Habría sido preferible. Porque la última risa no es la mejor. O no siempre lo es. A veces es la patética carcajada de los que mendigaron algo que les llegó demasiado tarde" [3].

Lo de la falta de reconocimiento es parcialmente falso: Scorsese ya contaba antes del Oscar con el reconocimiento de casi todo el mundo del cine. Productores, directores, actores, críticos, espectadores y demás personas relacionadas directa o indirectamente con el cine lo consideraban, en mayor o menos medida, uno de los grandes. En esto había una infrecuente unanimidad. Contaba con dos Palme d'Or en Cannes por Taxi Driver (1976) y Después de hora (1985), entre otros varios premios. Y no por casualidad la revista francesa Cahiers du Cinéma --la más influyente, aunque tal vez no la mejor-- le pidió que hiciera de redactor jefe en su número 500, de 1996. Sólo le faltaba el reconocimiento, tan cuestionable desde el punto de vista artístico, de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos.

Lo de "no es una gran obra sino una gran excusa" es opinable. Yo creo que sí es una gran obra, la mejor de Scorsese desde Buenos muchachos (1990), y no una excusa para conseguir un premio. Pero, insisto, podríamos discutir horas sobre el asunto sin llegar a un acuerdo.

En el prólogo de El cine por asalto, Feinmann dice, sobre su trayectoria como guionista: "Escribí más de treinta guiones para la cinematografía de mi país. No se filmaron todos. Aunque por suerte cobré la mayoría de ellos (...) Gané muchos premios, algo que permite al guionista subir sus honorarios. Nunca viene mal" [4].

En Pasiones de celuloide describe su experiencia en Hollywood, durante el rodaje de Love walked in (1997), película basada en su novela Ni el tiro del final que dirigió Juan José Campanella. En un tramo relata la fiesta de fin de filmación, en Manhattan: "(...) alguien a quien no conozco, se me acerca y dice: 'Me dijeron que sos el autor de la novela original, pero yo ya lo sabía'. Le pregunto por qué. Y dice: 'Porque sos el más feliz de la fiesta'. Era cierto" [5].

¿Desde qué lugar se ubica Feinmann --a quién, como vimos, no le vienen mal los premios y lo seduce Hollywood-- para pretender que Scorsese rechace el primer Oscar de su carrera?


[1] Feinmann, José Pablo: Scorsese, el que ríe último ríe peor, diario Página/12, domingo 4 de marzo de 2007. Página 36. Se puede leer la nota completa en internet: http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-81161-2007-03-04.html
[2] Blanche Du Bois es uno de los personajes de Un tranvía llamado deseo, obra teatral de Tennessee Williams. Sobre el final, se deja conducir mansamente al manicomio, confiada en la bondad de dos desconocidos.

[3] Feinmann, José Pablo: artículo citado.
[4] Feinmann, José Pablo: El cine por asalto. Ensayos y variaciones, Grupo Editorial Planeta, 2006. Páginas 9 y 10.
[5] Feinmann, José Pablo: Pasiones de celuloide. Ensayos y variedades sobre cine, Grupo Editorial Norma, 2004 (segunda edición). Páginas 170-172.