Deportes, obsesiones, mentiras y videos
Debo admitirlo: soy de esos tipos que cada cuatro años se internan frente a la televisión con los Juegos Olímpicos. De esos que se quedan hasta las cuatro de la mañana esperando la final del water polo entre Hungría y Rusia. O que celebran como si fuera un gol de Boca el triunfo de una jamaiquina en los 200 metros.
A escala, algo similar me ocurre con los Panamericanos, lo que explica --sólo en parte-- que este blog se haya actualizado tan poco en los últimos días.
El escenario en cuestión es siempre el mismo: Gonzalo Bonadeo sentado durante horas frente a cámaras, con cara de pocos amigos y mucho sueño, mientras relata lo que le pongan en pantalla y lee en una notebook los mails de tipos que se quejan porque no muestran el partido de bádminton de Dinamarca e Indonesia o porque no entienden cómo los muchachos del hockey no le pegan al arco desde mitad de cancha. Cada tanto te pasan un flash con los últimos cinco metros de carrera de alguna chica argentina que terminó última en la serie y su testimonio, en el que explica por qué corrió mal, para después matarla porque hizo 12.30 en los 100, dos décimas encima de su mejor marca.
Sí, me entretengo con estas cosas. Algunos polemizan sobre las decisiones del "jurado" de Bailando por un sueño. Otros se asombran con la "anaconda" (Jorge Rial dixit) del hijo del ex presidente en Gran Hermano (Casi)Famosos. Unos cuantos no largan la Playstation. Yo, cada cuatro años, me emborracho quince días con lo que queda del maltrecho espíritu olímpico.
Esta vez, en lugar de comerle la cabeza a los compañeros de la laburo a las siete y media de la mañana con el comentario del golazo del wing izquierdo de la selección de handball de Brasil, lo escribo. Aquí van, entonces, algunas pocas impresiones imprecisas sobre los Panamericanos que se están disputando en Río de Janeiro y que, otra vez, hipnotizaron mi atención. Por suerte se me va a pasar.
Milagros Lay González (la Marcelo Palacios del hockey, en cuanto amigota de las jugadoras) insistió durante toda la transmisión de TyC Sports que el partido frente a las estadounidenses era el más importante del año, porque determinaba la clasificación directa para los Juegos Olímpicos de Beijing. Recién después del triunfo informó sobre algo que se sabía desde febrero: que la Federación Internacional de Hockey había cambiado el sistema de clasificación, como se puede leer en la página oficial. Para que ningún equipo importante se quede afuera, decidieron que aquellos que no ingresen directamente serán invitados de acuerdo al ranking posterior al Mundial del año pasado, en el que Argentina terminó tercera. Distinto es el caso de los hombres, que acaban de perder la final con Canadá pero en el último mundial quedaron décimos.
Flojo lo de Milagros, que nos quiso vender un dramatismo que no existía en un torneo en el que, en condiciones mínimas de normalidad, Las Leonas juegan un solo partido, serio aunque muy accesible.
Las fotos que ilustran este post fueron tomadas de Yahoo! News.
4 comentarios:
LH: Sus comentarios panamericanos siempre son bienvenidos. No importa la hora. Aunque en este momento, cerca de las siete y media, lo tengo a menos de diez metros, le mando saludos a través de este medio.
¿Por qué sólo habló de la transmisión de TyC Sports? ¿O está preparando un post con las delicias de la cobertura de la televisión estatal? Abrazo.
Basta de exaltar a idolos de pie de barro, este Falcao en la Wilson no duraba ni quince minutos, lo agarraba Marito y le hacía una traqueotomía. Hablemos de cracks nacidos en nuestro país, como el murcielago Graciani o carucha Muller. Pato, el amigo de los niños.
Estimado Pato:
Es cierto que Falcao no hace nada que no me hayan visto hacer a mí en alguna de las canchas de papi del Sur. Pero no te metas con Graciani, que junto a Comitas integra mi primera camada de ídolos xeneizes.
Un abrazo
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