El impreciso ha muerto
Así como lo leen: a partir de este post, el blog dejará de actualizarse. Quedará colgado, ocupando un ínfimo espacio en la blogosfera como testimonio de lo que pretendió ser y no fue. Y, sobre todo, para no perder comentarios valiosos que dejaron en algunas entradas. El impreciso, que venía agonizando desde hace semanas, queda inerte antes de alcanzar su primer año de vida. Poco en comparación con otros blogs longevos, como Cine o Mundo Perverso.
Durante estos diez meses la pasé bien, aprendí un montón, por momentos me divertí y hasta creo que escribí algunas cosas interesantes. Conocí otros blog muy buenos (mejores que este) y gente muy piola. Como habrán sospechado, no me llamo Henry ni ostento un título nobiliario: el seudónimo se debe a Lord Henry Wotton, maravilloso personaje de El retrato de Dorian Gray, de Oscar Wilde. Un auténtico dandy, un hedonista que en realidad tiene bastante poco que ver conmigo.
¿Por qué El impreciso ha muerto (término excesivo que sólo apunta a atraer a quienes nos siguen con lectores de feed; émulo berreta de lo que Nietzsche anunció pero lamentablemente no pudo lograr)? Decidí dedicarme exclusivamente a una de las cosas que más disfruto: el cine. Creo, además, que es una de las pocas cuestiones de las que puedo escribir algo más o menos interesante, que aporte algún punto de vista que valga la pena leer. Supongo, también, que debo estar en la etapa seis del blogging.
La experiencia, dicen, es un peine que llega cuando te quedás pelado. De todas maneras creeo estar hoy mejor preparado para administrar un espacio en la web. Si tienen ganas pueden darse una vuelta por mi nuevo blog. La dirección es esta (siempre sin w):
Como yapa, allí revelo uno de los secretos más irrelevantes de la blogosfera local: mi verdadera identidad.
Gracias a todos. Nos leemos por ahí.
Saludos