¡Libertad! ¡Libertad! ¡Libertad!

Suele decirse que a esta campaña para las elecciones del 3 de junio en Capital le faltan propuestas y le sobras agravios y chicanas. Yo creo que más que de propuestas carece de contenido político. Es, probablemente, una de las campañas electorales menos políticas de los últimos años, por lo menos desde lo que proponen los tres candidatos que encabezan las encuestas.

"En la mitad de tiempo hizo el doble", se leía en un afiche de Jorge Telerman que hasta hace poco empapelaba las paredes de la Ciudad. Lo mismo con los de Daniel Filmus, que se limitan a prometer seguridad, educación, salud. La idea es hacer, gestionar, como si cada obra pública, cada bache que se tapa o plaza que se arregla no llevara detrás una decisión política.

Una de las primeras definiciones políticas fuertes que oigo en esta campaña salió de boca de Mauricio Macri. Ayer, durante una charla en el Nacional de Buenos Aires, dijo: "El desafío central es recuperar la libertad". No estaríamos del todo en desacuerdo si entendiera como privación de la libertad el hambre, la miseria, la exclusión social que padecen miles de porteños. Pero Mauricio, muy probablemente el próximo jefe de Gobierno, completa la frase y no deja dudas acerca del sustento ideológico de sus palabras: "Pero no hay programa de seguridad que funcione sin políticas de inclusión social".